Del enfoque tecnológico al enfoque dialéctico en el diseño curricular: el reconocimiento de la Informática como materia con un espacio propio dentro del currículo

Entendemos por enfoque curricular la perspectiva desde la cual el sistema educativo se ubica a la hora de seleccionar contenidos y organizar los elementos que componen el currículo. Por lo general los enfoques no se presentan en forma aislada pero a veces se nota una excesiva predominancia de uno sobre otro.
La integración generalizada de las TIC en la educación se basa, entre otras cosas, en el reconocimiento de los beneficios que las mismas pueden aportar tanto para la enseñanza como para el aprendizaje. Sin embargo, esto no debería significar una predominancia del enfoque curricular tecnológico, que pone el acento en los recursos tecnológicos para garantizar la democratización en el acceso al conocimiento. Si queremos impartir educación de calidad el paradigma de inclusión de las TIC debería promover una organización curricular que contemple espacios de producción de conocimiento acordes con las necesidades de la sociedad actual. Un enfoque curricular más dialéctico implica otorgar más espacios para la reflexión y la acción de los alumnos con el fin de correrlos un poco del lugar de consumidores de tecnología, para otorgarles herramientas de gestión y análisis, desarrollando un espíritu crítico en una sociedad cada vez más tecnológica o “tecnologizada”.
En un enfoque curricular dialéctico, el currículo es un proceso dinámico con mucho, como decíamos,  de reflexión y acción. Los alumnos se comprometen con su aprendizaje y son capaces de actuar sobre la realidad con poder transformador gracias a los conocimientos que construye. Desde esta perspectiva, se hace evidente la necesidad de diseñar una estructura con un espacio curricular propio para las disciplinas informáticas en todos los años de la escuela media ya que es la única manera para garantizar el acceso igualitario a un nivel de conocimientos básico y necesario para intervenir en la sociedad actual como protagonistas del devenir tecnológico y cultural. Solo aquellos que cuentan con las herramientas intelectuales y operativas para seguir aprendiendo en forma consciente y reflexiva, pueden desarrollar pensamiento crítico con poder de decisión y capacidad creativa. De esta forma, lograremos alumnos plenamente capaces de insertarse en la sociedad como sujetos pro-activos capaces de adaptarse en forma productiva en una realidad en permanente cambio.
Creemos que un espacio curricular propio, que estimule aprendizajes de contenidos informáticos, garantiza la igualdad de oportunidades para que todos los alumnos comprendan los fenómenos tecnológicos y comunicacionales característicos de la sociedad en la cual están inmersos.